EL SECRETO DE DIOS PARA EL ÉXITO
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Después de estudiar con cuidado la Biblia, he podido darme cuenta
que el mismo Dios es quien se interesa por
nuestro éxito. Veamos lo que dice Dios en 2 Corintios 8:9 “Porque
ya conocéis la gracia de nuestro señor Jesucristo, que por amor a
vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su
pobreza fueseis enriquecidos”. El deseo de Dios para sus hijos
siempre ha sido el mejor y sobre todo que sean exitosos, por eso en
1 Corintios 3:21 Dios dice “todo es vuestro”, y “Dios nos ha dado
todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Timoteo
6:17)
¿Quién en esta vida tiene más capacidad de promover la
prosperidad de sus hijos? Pues la sencilla respuesta es DIOS.
Por cierto, es algo lógico que los hijos de Dios no debieran ser
personas normales sino, excepcionales, no debieran ser mediocres
sino exitosos.
No tendríamos que estar descontentos, descorazonados y
desalentados, sino radiantes, vibrantes y jubilosos. No deberíamos
estar con problemas, cargas y preocupaciones, sino con paz, poder
y prosperidad ya que el fruto del espíritu es eso (Gálatas 5:22, 2
Timoteo 1:7) ¿Y porque no? ¿No somos acaso hijos del Rey del
Universo? Y Jesucristo es el camino para pertenecer a esa gran
familia de prosperidad y éxito. En Juan 14:6 él dijo: “Yo soy el
camino, y la verdad y la vida”, además dijo “Ye he venido para que
tengan vida y la tengan en abundancia”, además todos los hijos de
Dios estamos en el reino de Dios ya reinando en vida, pues el reino
no consiste en comida o bebida sino en justicia
paz y gozo en el espíritu santo (Romanos 14:17)
Por lo tanto la formula para el éxito no se basa en opiniones de
hombres sino en la palabra de Dios. Solamente en el Nuevo
Testamento encontramos 8,023 promesas para el creyente en Cristo
Jesús, la mayor parte de ellas de prosperidad.
La Palabra de Dios, sin embargo, nos enseña la formula para el
éxito aunque esto nos parezca extraño esta es “DAR”, implica que
dando es como recibimos, en Lucas 6:38 La Biblia dice: “Den a
otros, y Dios les dará a ustedes, les dará en su bolsa una medida
buena, apretada, sacudida y repleta”. Y nuevamente en Proverbios
11:24-25 leemos: “Hay gente desprendida que recibe más de lo que
da, y gente tacaña que acaba en la pobreza. El que es generoso,
prosperará; el que da, también recibe”.
A esto llamo yo la ecuación de reciprocidad para el éxito. Para
obtener el éxito no olvidemos el factor condicional: “Dando es como
recibimos” Palabras textuales del señor Jesucristo. Recuerde
estimado lector en un país como él nuestro donde a cada momento
se le acerca alguien a solicitarle ayuda, que el dar es la clave o
formula del éxito.
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