viernes, 11 de octubre de 2013

BERLUSCONI UN SER HUMANO COMO TODOS









Desde su primera victoria en 1993, parece que no hay

 polémica 

ni asunto que pueda apartar de la política a «il Cavaliere»


Es difícil encontrar a un italiano que confiese abiertamente 
que vota a Silvio Berlusconi y, sin embargo, es un político que
 ha logrado convertirse en primer ministro en tres 
ocasiones: 1994, 2001-2006 y 2008-2011. A día de hoy, 
parece que nada puede con él; ni sus imputaciones, ni las 
polémicas vinculadas a su vida íntima y personal, ni ningún 
tipo de acusación. A sus 77 años «il Cavaliere» sigue siendo
 amado por la mayoría de los italianos pero, ¿por qué?
Magnate televisivo, el hombre más rico de Italia, mujeriego,
 bufón, corrupto, vinculado a la mafia... son muchas las 
palabras que pueden vincularse a la figura de una persona 
que se define a sí mismo como «el mejor primer ministro
 en 150 años de historia italiana» y como el líder que se 
ha hecho a sí mismo, dando al pueblo italiano «lo que
 necesita» desde 1993, fecha en la que crea su partido «Forza
 Italia» y se postula como candidato.


Su llegada al mundo de la política no es en un momento 
cualquiera. Es la década de los 90, cuando en Italia se 
produce el colapso de los partidos tradicionales 
comienza a imperar la supremacía del encanto personal y la 
capacidad de persuasión como elemento determinante a la 
hora de ganar adeptos. Entonces el mensaje «berlusconiano»
 -mezcla de populismo, liberalismo económico y con la
 siempre firme promesa de modernización-, cala entre la
 gente. Ha nacido ya el político que en ningún momento 
descuida sus grandes dotes de comunicador, heredados
 de su anterior etapa como vendedor de electrodomésticos.
Frente a los clásicos partidos italianos de masa, Berlusconi 
representa, tal y como explican Jonathan Hopkin y Caterina
 Paolucci en su libro«El modelo financiero de una 
un nuevo tipo de partido, el «partido de empresa», que 
busca vender un producto del modo más atractivo posible, 
que busca vender a su líder, en este caso, «il Cavaliere». Es
 más, él también es el primero en sacar partido al mundo 
mediático para influir en la política hasta el punto de que 
en la actualidad le pertenecen casi la mitad de las 
frecuencias 
radiofónicas así como los principales canales de televisión
 del país.

Resistencia política


En la actualidad sigue en la primera línea de la política
, incluso después de haber generado la enésima crisis en el 
Gobierno italiano con susrecientes jugadas para tratar de 
evitar ser expulsado del Senado, pese a los escándalos y el 
descontento popular, lo que ha hecho que sea objeto de
 estudio de analistas, sociólogos, y profesionales de diversas
 ramas que buscan dónde está el secreto de su éxito no 
perecedero. El psicólogo Alessandro Amadori daba con una 
de las claves: «Posee una incapacidad manifiesta de
 abandonar la escena política, también porque la
 centro izquierda italiana no logra articular una 
alternativa».
Por su parte, el periodista y escrito, Beppe Severgnini, autor
 de «La barriga de los italianos. Berlusconi, explicado a los 
descendientes», apunta a otro punto determinante: 
el «factor humano». «¿Qué piensa la mayoría de los
italianos sobre Berlusconi? 'Se nos parece, es uno de
 nosotros'. Berlusconi quiere a los hijos, habla de su madre,
 entiende de fútbol, sabe ganar dinero, detesta las reglas, 
cuenta chistes, dice palabrotas, adora a las mujeres y las 
fiestas».

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