De donde sale la frase??
¡Qué difícil es ir por la vida con tranquilidad! Apenas nuestras acciones marcan huellas y, como perros, no faltan adversarios que con fuertes ladridos tratan de persuadirnos de que nos detengamos. Cuando esto sucede, a manera de conjuro para contrarrestar la agresión, solemos repetir la frase atribuida al Quijote:“Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos”.
El hecho es que, la susodicha frase, no aparece en ninguna parte de
la magna obra de Cervantes. Como a muchas otras, se le ha adjudicado una paternidad equivocada. Pero, entonces ¿cuál es su origen?
Los perros que ladran a los caminantes, como metáfora de los gritos desprestigiantes que tratan dedetener a alguien que avanza pisando fuerte, es de muy antiguo. A principios del siglo XVI, el escritor italiano Andrea Alciato (1492-1550), publicó una colección de epigramas en su obra Emblematum Liber, uno de ellos, el No. 163; sellama Inannis Ímpetu (ímpetu vano), del que me permití hacer una traducción:
Para el perro, es la luna un gran espejo; Ve su reflejo creyéndolo otro perro, Vanos ladridos ahogados por el viento. La luna sorda, prosigue su camino.
En los ejemplos citados, se habla de un “caminante” seguro de sí mismo, que no se detiene e ignora a los perros, que frustrados ven lo vano de sus ladridos..
Texto: Omar Ureña.-
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