sábado, 30 de mayo de 2015

TRUJILLO.......54 AÑOS DESPUES


Cómo debe ser conocido el tirano Trujillo








Trujillo, uno de los tiranos más letales que tuvo nuestro país 

en toda su vida republicana, desde que llegó al poder, 

empezó a construir un aparato infernal de dominio y 

opresión terrible sobre la población; y durante su pavoroso 

reinado de 31 años suprimió los derechos fundamentales, 

arrasó con la democracia, con la libertad; se fue haciendo 

cada vez más prepotente, ambicioso, codicioso y 

poderosamente rico; y para el logro de esos nefastos 

propósitos, ultimó vidas y talentos; y mediante actos 

encubiertos con aparente legalidad, adquirió inmuebles y 

haciendas de gran valor a un precio escandalosamente 

irrisorio que luego vendió al Estado Dominicano por sumas 

exageradamente abultadas, saqueando de manera 

descarada al erario público.


Y en el ejercicio de su autoridad ilimitada, cuando él lo 

consideraba, le hacía mejoras a su <<máquina infernal de 

terror y muerte>> llegando a ser poseedor de un espantoso 

expediente en derechos humanos al poner en ejecución ese 

diabólico Plan para primero: <<Eliminar a los que 

conspiraran contra su régimen;>> después, <<a los 

cómplices de éstos;>> y por último: <<A los indiferentes y a 

los tibios;>> y bajo ese terrífico esquema, <<proporcionó 

plata a sus incondicionales; plomo a sus enemigos políticos 

y palo a los indecisos;>> y asimismo, durante los 31 años 

que se mantuvo en el poder por la fuerza, irrespetó la 

disensión ideológica, estranguló los espacios de crítica y el 

pluralismo político; y: 



Dejó un rastro incalculable de violaciones, secuestros, 

torturas, asesinatos y desapariciones forzadas.



Modificó a su antojo la Constitución, designó legisladores, 

jueces y funcionarios públicos, que al tomar posesión de sus 

respectivos cargos tenían que firmar –sin fecha- su 

renuncia, por lo que, sin ningún aviso, podía sustituirlos en 

cualquier momento.


Afirmaba en sus francachelas bajo los efectos del alcohol –

según sus acólitos-<<que tenía la astucia de Maquiavelo y 

la perversidad de Nerón; y que hacia compatible sus 

creencias religiosas con sus crueldades más refinadas, con 

las traiciones más repulsivas y la lascivia más 

desordenada.>>


Recurría al recurso de la muerte para acallar a sus 

opositores, llegando a segar la vida de muchas gentes 

generosas de este pueblo admirable, haciendo de la Patria 

de Duarte un gran cementerio.


Se proclamó: Único Dispensador de Honores y Favores, 


Garante del Orden, del Progreso y del Destino de nuestra 

Nación; el Alto Destinatario, el Benefactor y Padre de la 

Patria Nueva, el campeón del Anti Comunismo en América 


Latina; el gran hombre, <<Yo o el diluvio, el Supremo, el 

más Grande, el más Poderoso>> y el Heraldo de una 

Verdad Superior que procuraba dar la impresión de ser 

omnipresente y omnipotente; llegando a creerse por encima 

del bien y del mal.











Se hizo endiosar por sus cofrades que utilizaban <<fórmulas 

de cuño religioso>> para hacerle ver al pueblo, que él, era la 

encarnación de Dios y crear así un <<elemento místico-

religioso>> que bien podría definirse como una <<religión 

política;>> de ahí que, obligatoriamente, había que comprar 

una tarja de metal y colocarla en la entrada de todos los 

hogares, la cual tenía las blasfemas palabras: <<Dios y 

Trujillo.>>



Y obsesionado por el diablo que llevaba dentro, dispuso 

acciones criminales para eliminar físicamente a cientos de 

sus adversarios políticos, desapariciones forzadas que 

<<consternaron a la Sociedad y llevaron dolor, lágrimas y 

luto a muchos hogares dominicanos.>>



<<Finalmente, el que hasta la misma noche de su 

ajusticiamiento, creyó haberle tocado la misión de 

exterminar todo lo que por no ser como él, representaba el 

caos, la anti patria y el sindiosismo.>> 



A todo eso se debe que, con desparpajo y frialdad, fuera 

conocido en la República Dominicana y en el Mundo como 

lo que en realidad fue: Un hombre cruel, despiadado, 

terrible, con un corazón de piedra y un carácter sanguinario; 

un cínico; un intrigante desconfiado, autoritario, siniestro e 

intolerante; sin escrúpulos ni sentido de la lealtad, salvó al 

Ejército como Institución, pero no a determinados 

compañeros de armas a quienes –en su momento- de 

manera selectiva hizo asesinar según su conveniencia. 



Además, un megalómano carente de piedad y compasión 

que amaba el relumbrón y le fascinaba la parafernalia 

militar, a tal extremo, que llegó un momento en que la 

pechera de su uniforme resultaba estrecha para colocar en 

ella el montón de condecoraciones y medallas que le 

otorgaban sus aduladores, lo que le hizo confirmar el viejo 

apodo de <<Chapita.>> 


Esas y no otras, son las necesarias percepciones que debe 

tener la juventud dominicana y las generaciones venideras 

sobre ese tirano de <<temperamento volcánico,>> que 

como el nogal, no dejó crecer nada bajo su sombra, y con 

sus actos aberrantes amasó antipatías nacionales y 

universales, para que las conozcan y difundan, y estén 

siempre prestas a impedir que algo igual o parecido pueda 

volver a suceder en nuestro país; para que eviten que 

ocurran en el futuro las continuas y graves pesadillas que 

padecimos en ese vergonzoso episodio de nuestra historia 

política que tuvo una duración de 31 años; y para que 

acuerden el propósito y juren impedir que nunca más, 

permitan el ascenso a la Primera Magistratura de la Nación 

de un aspirante, que siendo realmente un chacal bípedo, se 

disfrace de ovejo y utilice como carnada el acróstico que 

uno de sus lisonjeros le compuso con las iniciales de sus 

nombres y apellidos para confundir al pueblo dominicano 

con engaños, cuando en verdad, significaban lo siguiente:



Rafael [R] : [Rectitud] <<Taimada promesa de orden y 

justicia para luego implantar una implacable tiranía de 31 

años. >>


Leónidas [L] : [Libertad] <<Mendazmente ofertada que 

después amordazó y finalmente cercenó.>>



Trujillo [T] : [Trabajo]
<<Promesas de faenas bien 

remuneradas para más tarde hacerlas forzosas;>>


y Molina [M]: [Moralidad] <<Buenas costumbres ofrecidas 

pero jamás cumplidas; por el contrario, con sus actos 

aberrantes enlodó las reputaciones de las familias más 

dignas, y mancilló con morbosa delectación el honor de 

ciudadanos íntegros. >>










De ahí, que siempre resultará saludable recordar, que los 

hechos sangrientos cometidos u ordenados por este 

implacable tirano, finalmente se revirtieron en su contra y 

culminaron con la eliminación de <<ese bicho malo que 

murió como había vivido;>> pues de acuerdo a una 

sentencia bíblica, queda confirmado, que <<lo que entra con 

sangre, con sangre cae;>> y <<el que a hierro mata, a 

hierro muere.>> 



Y para ventura del pueblo dominicano, este tirano que <<se 

creyó estar por encima de lo humano,>> y que nunca 

admitió ser una frágil criatura, olvidó también, que <<la 

contabilidad del Altísimo no solamente es justa, sino que 

lleva sus libros exactos;>> y por eso, no murió en su cama, 

ni como César <<en las escalinatas del Senado,>> sino que 

fue <<ajusticiado a la orilla del camino como un bandolero 

cualquiera,>> en cumplimiento a lo dispuesto en el idóneo 

juicio del Profeta Isaías que aparece en el capítulo 40, 

versículos 23 y 24; cito: <<Dios convierte en nada al 

poderoso y hace desaparecer al que oprime a su Pueblo, 

que para Él, es como una planta tierna recién plantada, 

como si su tronco nunca hubiera tenido raíz en la tierra, a la 

que sí sopla se marchita; y el torbellino se la lleva como 

hojarasca.>> 


EL CARIBE.-

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