Temblad metrosexuales: el lumbersexual ha llegado!
Esto se veía venir y todos lo sabíais, no os hagáis los
tontos: el ejército de barbas y tipos desaliñados
que pulula por las calles de tu ciudad no podía ser algo
casual y fortuíto, todo formaba parte de un plan cósmico
para equilibrar las fuerzas del bien y del mal que llevaba
tiempo gestándose delante tuya.
¿Que de qué puñetas estoy hablando? Sencillo: por un lado
tenemos la palabra lumber, madera en inglés (american
english my friends, y por otro lado un anti-héroe que
pretende destronar al metrosexual de su cómodo
podio... ¿Qué es lo que se os viene a la mente sin pensar
demasiado? Exacto, ahí esta, ahí tenéis a vuestro
lumbersexual personal, el hombre que lucha por no luchar
y cuyos labios saben a zarzamora, manzana y romero.
¿Qué es un lumbersexual?
Pues básicamente se trata de un hombre de barba
poblada, camisa de cuadros, pelo en pecho, aspecto
desaliñado y pinta de oso achuchable. Vamos, lo que en
otro tiempo conoceríamos como un leñador cachondo pero
que ahora precisa de un anglicismo para poder enfrentarse
en el ring en igualdad de condiciones a Cristiano Ronaldo y
su séquito de metrosexuales, que ya sabemos que sin un -
sexual a tus espaldas, no eres nadie amigo.
Sus botas, sus vaqueros rotos, su camisa de cuadros, su
gorro de lana para el pelo... todo ello unido asus discos de
Joy Division y su pasión por leer a Kerouac en el
metro mientras su fornido cuerpo regado con Neroli
Portofino de Tom Ford se convierte en obscuro objeto de
deseo de la zagala de al lado (es que ella jamás imaginó
que su Joaquin Phoenix particular fuese aparecer volviendo
del trabajo), son sus mejores armas de seducción.
Eso y recolectar comida del campo para ti mientras se
orienta siguiendo excrementos de animales, pero
prefiere guardarse ese as en la manga y sacarlo en vuestra
tercera cita, que partir leños es un cliché de leñadores del
que no gustan hablar mucho.
¿Y esta tontería de dónde ha salido?
Ha surgido hace relativamente poco, pues fue una web
internacional dedicada a las acampadas y la vida naturista
en general quien acuñó el término y sus características
hace unas semanas. Después de que un par de revistas
para chicas decidiesen tomar prestado el nombre a la hora
de referirse a este maromo que encarna la virilidad en su
puro estado, el término se convirtió en tendencia y millones
de personas en el mundo que hasta ahora eran solo Juan
o Pedro, resulta que descubren su nuevo apellido:
lumbersexual.
El término surge de las revistas femeninas. Responde a un
hombre barbudo, con camisa a cuadros y que exuda
feromonas. Es básico, asilvestrado, muy vinculado a la
figura del nuevo hippie, a la naturaleza y que en teoría, no
cuida su imagen
A mí no me ha quedado del todo claro eso de que no se cuida tanto como el metrosexual y prefiere ir de asilvestrado por la vida exfoliándose la cara con tierra y un poco de cerveza, porque yo conozco a varios de estos maderosexuales y os digo que también se echan cremas, aceites y bálsamos en la barba, que lo he visto aunque a ellos no les haga gracia que lo cuente.
Y es que si no, la barba se convierte en una maraña de pelos, acículas de pino y migas de pan que no hay dios que dome. Y una cosa es ser diferente y otra bien distinta un indigente.
El último detalle a tener en cuenta sobre esta nueva especie
es que además de preferir lo natural, apostar por la franela,
los vaqueros desaliñados y poder criar jilgueros debajo
dentro de su poblada barba, es atractivo. Muy atractivo.
Mola llevar ese rollito y él lo sabe porque lo explota hasta la
saciedad. Eso sí, él nunca lo reconocerá por nada del
mundo y su máxima será "me he puesto lo primero que he
pillado, mira que pintas llevo". Y ni se te ocurra llevarle la
contraria, que lo mismo que hace con los troncos puede
hacerlo con tu cuello.
Pero seamos realistas, todos en nuestro interior somos
conscientes de que términos como estos se reproducen
igual de rápido que las setas en otoño que tanto les gusta
ir a recoger a nuestros lumbermaromos, y mueren con el
mismo tempo. De hecho, igual mientras lees este post
el lumbersexual ya se ha extinguido y el mundo ha
alumbrado una nueva súper-raza de efímera vida que
disfrutara y paladeará su éxito durante un corto periodo de
tiempo.
¿Va a ser el lumbersexual el nuevo hombre de élite?
Pues sinceramente, lo dudo mucho. Son sencillamente
tendencias que, como un péndulo, se mueven de un lado a
otro y lo mismo que van... vienen. Primero aterrizaron los
metrosexuales, después vinieron los hipsters, lo vintage,
lo heritage y por ende un gusto desmedido por todo aquello
que hasta ahora se había etiquetado como antiguo, pasado
de moda o poco fashion. Y por último ellumbersexual, que
viene a aunar las dos tendencias y cual ave fénix que
resurge entre las cenizas del emporio masculino, vivirá para
contarlo hasta que un nuevo patrón masculino lo
desbanque.Tiempo al tiempo.
Trendencias.-
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