martes, 29 de agosto de 2017

SELENA: ARTE...ÉXITO O RIESGO





Selena y la tragedia del Arte






El arte, más que una emoción, es un riesgo para 

el espíritu y el cuerpo, en este caso el del artista, 

ejecutor de los prodigios que de él se derivan.



Los artistas notables arrastran la tragedia.

 Y es raro que algunos escapen a su presencia

 insuperable.



La historia está saturada desde sus inicios de 

esa temible fatalidad.Toda inmersión en el arte

 es una apuesta a lo mejor y a lo peor que puede 

ser el resultado trágico y lamentable de la partida

de un ser exquisito dedicado a dar todo de sí. 



Ahí tenemos, por ejemplo, la muerte de Jhon Lenon,

asesinado por un fanático paranoico, los actos hostiles

 contra Oscar Wilde de una sociedad puritana que no

le perdonó su condición de artista no convencional-

y las sociedades se gobiernan por convenciones, 

llamadas asimismo, costumbres y tradiciones.



Llama la atención por igual la muerte por asesinato de

 Selena Quintanilla, una líder del canto con proyecciones

 de super estrella,ultimada por la envidia y la traición, 

la ingenuidad que le acompañaba y la confianza que

 asimismo la honró como mujer joven y emprendedora 

eficaz, dejando en la infinita soledad a su esposo, Chris

 Pérez, quien no ha podido superar los efectos amargos

 de esa dura evasión del porvenir que veía cristalizado 

en sus manos.








Su partida inesperada en el mejor momento de su

 vida, como si suscitara la envidia de los dioses, dolió 

a millones de seguidores que suspiraban su presencia.

Selena se ganó al mundo, además de innumerables 

premios por su bella voz, su presencia de diosa 

y su luz personal.






En su glorioso devenir brillaban todas las estrellas 

en derredor, apagadas de pronto su ilusión por una 

de esas víboras que siempre están al acecho para 

dar la mordida mortal, la apoderada de su carrera 

Yolanda Saldívar, quien la esperó un lugar apartado

 para darle una muerte completamente inmerecida

e imperdonable.



Tan sentida fue su muerte que durante días, 

cientos de miles no pararon de llorar y aún

 la recuerdan con dolor.



                                                  TEXTO: Daniela De La Cruz Gómez.

                                    EDICIÓN: Jacqueline Feliz.-

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