El estres

La palabra estrés deriva del griego strigere que quiere decir
provocar tensión, y aunque Hipócrates y Epicuro habían
sugerido que la mente podía relacionarse con la desarmonía y
algunas enfermedades, fué en el siglo XVII cuando se extendió
el concepto Hipocrático de enfermedad desencadenada por
fuerzas perturbadoras.
Cuando esta respuesta natural se da en exceso se produce
una sobrecarga de tensión que repercute en el organismo
humano y provoca la aparición de enfermedades y anomalías
patológicas que impiden el normal desarrollo y
funcionamiento del cuerpo humano. Algunos ejemplos son
los olvidos (incipientes problemas de memoria), alteraciones
en el ánimo, nerviosismo y falta de concentración, en las
mujeres puede producir cambios hormonales importantes
como dolores en abdominales inferiores, entre otros síntomas.
El estrés crónico está relacionado con los trastornos de
ansiedad, que es una reacción normal frente a diversas
situaciones de la vida, pero cuando se presenta en forma
excesiva o crónica constituye una enfermedad que puede
alterar la vida de las personas, siendo aconsejable en este
caso consultar a un especialista.
Hasta un 8 por ciento de la población puede verse
afectada por un trastorno por estrés postraumático, un
problema psicológico clasificado dentro del grupo de los
trastornos de ansiedad que aparece ante "un agente
estresor externo" provocado por "un acontecimiento de
una intensidad extraordinaria en cuanto a lo amenazante
o catastrófico".
Actualmente se considera inevitable en
nuestro modo de vida principalmente en las grandes ciudades
y es el conjunto de reacciones fisiológicas y psicológicas del
cuerpo humano frente a los factores agresivos y a las
emociones que necesitan una adaptación.
En realidad, el estrés no es una enfermedad sino un
mecanismo de defensa natural frente al peligro y si el
peligro se mantiene constante los mecanismos de
defensa pueden causar graves trastornos en el
organismo.
Las reacciones de defensa, aumento de tono del sistema
nervioso, y secreción de ciertas hormonas, pueden acelerar
el ritmo cardíaco, vaso constricción, efectos en la coagulación
de la sangre y aumento de las placas de grasa en la sangre
responsables de la arteriosclerosis, entre otros, y pérdida del
apetito, irritación, trastornos del sueño, dolores diversos y
modificación del comportamiento social.
El síndrome de Ulises es un cuadro de estrés que padecen,
sobre todo, los inmigrantes y en España se calcula que
afecta a más de medio millón de “sin papeles”, que corren el
riesgo de caer en la ilegalidad cuando se les acaba el visado
o el permiso de residencia. Ulises, protagonista de la Odisea,
comprobó igual que ellos después de vagar durante años
lejos de su país, al regresar a su hogar que todo había
cambiado en su ausencia.
Alimentos aconsejados para el estrés
No deben faltar en la dieta unos nutrientes importantes:
triptófano, aminoácido esencial presente en las proteínas y
buen sedante; vitaminas del grupo B sobre todo la B6;
antioxidantes, C, E y minerales como el selenio, protectores
frente al estrés; carbohidratos complejos que mantienen el
nivel de azúcar en sangre. Un estilo de vida saludable es
compañero esencial de cualquier programa de reducción del
estrés y desde hace años sabemos que la alimentación ayuda
a contrarrestar los estragos del estrés físico, y comprobado
mediante técnicas sofisticadas que los nutrientes modifican
los efectos del estrés mental sobre el cerebro.
Una de las claves de apoyo a las glándulas suprarenales
es elevar los niveles de potasio en el organismo y
reducir el sodio, y así se recomiendan frutas ricas en
potasio(cacao en polvo, almendras, uvas pasas, avellanas,
pimentón rojo o páprika) que además son buena fuente de
vitaminas, minerales y fibra; legumbres (alubias o judías,
garbanzos, lentejas, soja) que contienen vitaminas B, calcio y
magnesio, fibra, proteínas y carbohidratos complejos; cereales
integrales (trigo, arroz, avena, centeno, maíz, etc) buena
fuente de vitaminas grupo B antiestrés necesarios para el
correcto funcionamiento de las glándulas suprarrenales.
También interesantes la levadura de cerveza, leche y lácteos,
verduras de hoja verde y frutos secos, y ricos en zinc que
mejora el sistema inmunológico ostras, mejillones, pipas de
girasol y calabaza; y los antioxidantes C, E y selenio, en
frutas, verduras, pescado, marisco y nueces de Brasil. Cenar
ligero y temprano y no pagar los disgustos y
contrariedades con atracones de comida es bueno para
evitar el estrés.
Fuente: varias
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