jueves, 2 de enero de 2014

ARBOL DE " VIDA"

El verdadero árbol de la vida






Nada de cosas cabalísticas ni mitológicas, acá está el 

árbol que muchos creen podría salvar al mundo.


Según cómo lo quieras mirar, es un árbol con propiedades

 semejantes a las del aluminio, capaz de corregir las 

barbaridades que hacemos con los gases de combustión, 

fertilizar suelos donde sólo ellos pueden crecer y hasta 

alegrarnos la vida con bellísimas flores perfumadas… entre

 muchas otras cosas.



Conozcamos el Kiri, también conocido 

como en China de donde es oriundo, como Árbol de la 

Emperatriz y entre los que saben de verdad o presumen de 

eso, como un árbol de la familia de las Bignoniáceas. Y digo

 que presumen, porque hay otros que también saben y 

aseguran que es una escrofulariácea. Por lo feo que suena

 esa última clasificación, me quedo con la de Bignonia, 

además de que su flor parece tal cual una de estas 

conocidas.


No  hablamos de una cosa rarísima que solo se da

 en un lugarcito reducido de Japón, sino de un maravilloso

 árbol que están cultivando con éxito en Argentina. 





¿A qué se debe tanto fanatismo por un árbol que los 

japoneses y chinos cultivaban hace cientos o miles de años, 

mientras nosotros insistíamos  con el 

eucaliptus australiano que arruina los suelos que coloniza?

 Ustedes dirán que estoy pasando por alto la extraordinaria 

velocidad de crecimiento de las variedades de eucalipto que

 más se utilizan en Uruguay para forestar. Pero no debías 

haber abierto la boca antes de tiempo, porque el kiri es nada

 más y nada menos, que el árbol más vertiginoso que existe

 en el planeta. Su ritmo de crecimiento alcanza a los tres 

centímetros por día en primavera y verano.

Cuentan los entendidos, que los granjeros japoneses 

plantaban un kiri cuando tenían una hija ya que este árbol 

crecía tan rápido que para cuando llegaba el día de su

 boda se podía cortar y fabricar un baúl. Y las japonesitas 

de ese entonces se  casaban bien jovencitas. No los

 plantaban (y los plantan) solo por eso, también sirve para 

atraer la buena suerte, pues es el árbol que escoge el Ave 

Fénix para posarse, pues ¡es incombustible!.


Sabemos que, el Ave Fénix es inmortal porque bebe el

 rocío de sus flores. Así que sumale también la eternidad 

entre sus propiedades. En cambio lo de la 

incombustibilidad va muy en serio y es por eso que su 

madera suele utilizarse en paredes y muy especialmente en 

techos, pues también es impermeable. ¡No se puede creer!


En  una web citada al final con todas las fuentes, el Ing. 

Ruben Lis, se explica que los ejemplares adultos tienen una

 copa frondosa, de forma globosa, con grandes hojas que 

pierde avanzada la primavera, cuando una floración 

abundante lo transforma en uno de los más bellos árboles

 que puedan verse. Su altura oscila entre los diez y los 15

 metros.  Es este autor el que menciona su increíble 

velocidad de crecimiento.


La introducción a Argentina (a través de Brasil y Paraguay) 

se estima ocurrió a fines de la década del 60, teniendo un 

gran furor su plantación durante la década del 70, por los 

buenos precios logrados en algunas ventas a Japón, 

llegándose a pagar hasta u$s 300 por tonelada. El Ing. 

Héctor R. Mangieri (IFONA) fue su principal investigador

 y  unos de sus máximos promotores, dice el Ing. Lis.


Esta explosión de cultivo de kiri, se dio también en Brasil 

donde en esa época se implantaron cerca de 30.000 

hectáreas. No se tuvo en cuenta en aquellos años que el 

mercado japonés no crece, debido a su demografía 

estabilizada, de ninguna manera podía consumir  300.000 

m3/año. En consecuencia, cuando llegó la hora de 

cosechar, las perspectivas de los productores se vieron 

defraudadas por encontrarse muy saturada la oferta.






Posteriormente, a principios y mediados de la década del 
90 también se registraron importantes exportaciones a 
Japón con precios similares a los mencionados, y 
nuevamente sedespertó el interés y se incrementaron las 
plantaciones, aunque no en la escala de la década del 70.
 Hasta acá lo del Ing. Lis; ahora uno se pregunta ¿y sólo se
 les ocurría exportar la madera? ¿No estaba en sus planes 
hacer lo mismo que los japoneses? No digo hacer baúles 
para hijas casaderas, ya van a ver todo lo que puede 
hacerse con el kiri.

Podria decirse que  el Kiri es tan generoso que hace

 más fértiles los suelos donde se lo planta, pero eso no

 quiere decir queno requiera cuidados. Los requiere tanto o

 más quecualquier otro árbol, pero, por ejemplo, se lleva 

muy  biencon los plantíos de yerba mate en la zona 

misionera.



La madera de Kiri no tiene nudos y es extremadamente 

liviana, de manera que es excelente para molduras y otras 

aplicaciones. El autor destaca las siguientes propiedades de

 su madera:


–Color claro, blanco amarillenta, sin olor.
–Matiene sus dimensiones del momento de corte (es 

estable y no se humedece)
–Es liviana (densidad 0,24 kg/dm3), pero también es tenaz
–Resiste perfectamente la intemperie
–Es homogénea y fácil de trabajar
–Es resistente a la fricción
–Toma muy bien las tinturas y las colas
–Y como dijimos, prácticamente incombustible

Si crece tres centímetros por día, debés tener cuidado de
no dormirte arriba de una semilla.

En otro sentido, es una madera todavía por descubrir. 

Hasta ahora se la utiliza no solo en molduras, sino en 

mueblería de calidad, instrumentos musicales,

 revestimientos, cortinas de enrollar, embarcaciones,

 calzados ortopédicos, aeromodelismo… y lo que se te 

pueda ocurrir, porque esto recién empieza.


Otras fuentes ponen énfasis en que es idea como “planta

 pionera” para suelos poco fértiles puesto que sus hojas, 

ricas en nitrógeno, aportan nutrientes al suelo al 

descomponerse, mientras que sus raíces previenen la 

erosión. (En esto hay discrepancia con Lis, o se refieren a 

distintas variedades).


Además, absorbe diez veces más dióxido de carbono que 
cualquier otro árbol y emite grandes cantidades de oxígeno, 
lo que lo convierte en un aliado con gran potencial para
 luchar contra el cambio climático. Con estos antecedentes,
 en 2008 se inicio en Texas un proyecto denominado The Kiri
 Tree Revolution, con el objetivo de plantar un millón de 
estos árboles para purificar el contaminado suelo de este 
estado norteamericano y lograr que vuelva a ser apto para el
 crecimiento de especies vegetales.



El Kiri vive unos 100 años, retoña hasta cinco veces de su 
propio tronco, puede crecer en terrenos desparejos,  su 
madera es de fácil secado y las hojas sirven de alimento a
 varios animales.

WEB.-

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