que no dejará sola a Ucrania
El presidente de Estados Unidos recibe al «premier» ucraniano
entre críticas a su falta de liderazgo
Barack Obama trasladó ayer al primer ministro interino de
el compromiso de Estados Unidos de no dejar sola a Ucrania en
la crisis que enfrenta a ese país con Rusia por el control de la
del mundo se verán «forzados a hacer pagar a Rusia por la
violación del derecho internacional».
El presidente estadounidense no especificó la batería de
sanciones que impulsaría para castigar a Rusia. Aunque
aseguró que «confiaba» en que un régimen de sanciones tuviera
«firme apoyo» por la comunidad internacional, muchos
observadores dudan tanto de que haya un frente común como
de su misma eficacia.
Crimea. «No es algo que se pueda hacer con el cañón de una
pistola apuntándote», dijo, y felicitó el «coraje» de los
ciudadanos de Ucrania por defender los principios
democráticos.
La visita del primer ministro ucraniano se producía cuando en
Washington siguen las críticas a Obama por la falta de
liderazgo en el mundo que Estados Unidos ha demostrado a
raíz de esta crisis.
La peor nota
Una encuesta publicada ayer mismo por «The Wall Street
Journal» y la cadena NBC, le otorgaba solo un 41% de
aprobación, la peor nota de toda su presidencia. El castigo se
debe sobre todo a cuestiones domésticas, pero también ha
influido la rápida acción de Rusia sobre Crimea, a la que
Estados Unidos ha asistido sin mostrar gran músculo, según la
opinión mostrada por las encuestas.
Aunque en EE.UU. no existe una psicosis como la que había en
la Guerra Fría sobre el peligro rojo, se ha disparado el número
de estadounidenses que ven a Rusia como adversario. Hace diez
años, ese título se lo daba solo el 25% de la población; hoy lo
hace el 72%.
Vladimir Putin se queda el botín de Crimea –«no creo que se
escape de las manos de Rusia», dijo el domingo en Washington
el exsecretario de Defensa Robert Gates–, la Casa Blanca sigue
sin concretar un paquete de sanciones económicas contra
Moscú. De momento, Obama solo ha anunciado que habrá
restricciones de visados y congelación de bienes en EE.UU. a los
implicados directamente en la operación de tomar Crimea.
Según desvelaba ayer «The New York Times», el secretario del
Tesoro, Jack Lew, y otros representantes económicos están
presionando a Obama para que no vaya lejos en sanciones a
Rusia. Aducen que, además de que eso acabaría por dañar
intereses de varios socios europeos, dejaría a las compañías de
EE.UU. fuera de un mercado en el que seguirían otros
competidores.
El Congreso, más belicoso
Más vigoroso en su respuesta está siendo el Congreso
estadounidense, donde tanto republicanos como demócratas
están promoviendo una batería de castigos contra Moscú. Está
por ver, de todos modos, a dónde llegan esas iniciativas.
Desde que comenzó la crisis ha habido numerosas críticas al
«buenismo» que ha inspirado la política internacional de
Obama, que ha llevado a un retraimiento del papel de EE.UU.
en el exterior, para beneficio de estrategias agresivas como la
de Putin. La mayor voz de alarma fue un editorial de «The
Washington Post», diario no alineado con los republicanos, que
hace una semana denunciaba que Obama «ha llevado a cabo
una política exterior más basada en cómo piensa que el mundo
debe operar que en la realidad».
Ese editorial advertía de que el presidente de EE.UU. debe
contribuir a que quede claro en la política internacional cuáles
son los costes que tienen tales actuaciones, antes de que el
dirigente de un país se lance a ellas.
ABC.-
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