sábado, 15 de marzo de 2014

REFLEXIONANDO..

 
Continúa buscando asnas, porque te aguarda el
 
 reino
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
1 Samuel 9, 10:1-16

Introducción

1. La historia de Saúl y cómo llegó al reinado
 
de Israel recoge varias interesantes enseñanzas,
 
verdades y revelaciones.

2. Cis, el padre de Saúl era un hombre
 
poderoso e influyente de la tribu de Benjamín.
 
Tenía un hijo guapísimo, así lo declara la
 
Biblia, hoy diríamos un galán, un “papisongo”.

3. Ocurre una situación poco usual y para lo
 
cual su padre le pide ayuda, sus asnas se han
 
perdido. Si nos ubicamos en la época y tiempo
 
bíblico esto era una seria crisis. Las asnas en
 
aquellos tiempos eran los camiones de carga, se
 
usaban para transporte, para arrastre y para
 
las tareas agrícolas. El que Cis tuviera muchas
 
era evidencia de que era rico y perder las asnas
 
significaba un desastre económico.

4. Cis le encomienda a Saúl, tomar a un criado
 
y salir en esta misión especial: buscar las asnas
 
extraviadas.

Cuerpo del mensaje

1. Saúl se llevó al criado e hizo un plan de
 
acción que lo llevó por varios sectores de la
 
región, viajó en forma de arco, primero hacia el
 
norte y el este y luego hacia el sur y el oeste.
 
2. Llegó un punto después de dos días buscando
 
que Saúl estuvo a punto de desistir de su misión
 
pero allí estaba el criado. Cuando salgas a una
 
misión, asegúrate de llevarte contigo a las
 
personas correctas, que cuando tú quieras
 
desistir, abandonar la misión, cuando te
 
desanimes y quieras marchar atrás, te den el
 
consejo preciso, adecuado y te ayuden a
 
encontrar el camino correcto a seguir.

3. El criado era parte importante en el plan de
 
Dios para la vida de Saúl. No importa la
 
posición en la que te encuentres puedes ser una
 
pieza clave en el desarrollo del destino de Dios
 
para tu líder, para tu iglesia o para tu ciudad.

4. Cuando Saúl le dijo al criado:
 
 
 
 
“Volvámonos”, él le dijo: “Yo tengo una mejor
 
idea ¿por qué no consultamos a Dios mejor?”.
 
¡Santo! Necesitamos gente a nuestro lado que
 
cuando digamos no voy más, nos puedan
 
animar a buscar la dirección de Dios, nos den
 
alternativas espirituales a nuestros problemas,
 
que no se unan a nuestro desánimo y nos
 
alimenten la autocompasión y la derrota, sino
 
que me digan: “hay otras posibilidades, no las
 
has considerado pero te animo a no desistir”.

5. Las cosas no suceden por suceder, sucesos
 
que podríamos tildar de comunes o corrientes,
 
pueden estar guiándonos a donde Dios nos
 
quiere llevar. Todas las situaciones de nuestra
 
vida son potencialmente “encuentros divinos”.
 
Podrías creer que saliste a buscar asnas
 
perdidas pero lo que ni siquiera te imaginas es
 
que te espera un reino, una nueva oportunidad
 
de Dios para servirle, un nuevo reto, un nuevo
 
ministerio, una nueva oportunidad de
 
crecimiento y madurez, una nueva oportunidad
 
para desarrollar las actitudes de un seguidor e
 
imitador de Cristo.

6. Las circunstancias que nos rodean, las
 
consideremos buenas o malas, pueden ser el
 
instrumento que está siendo usado por Dios
 
para construir en ti, para desarrollar en ti, una
 
cualidad, una virtud, un fruto que redundará
 
en tu beneficio y en el avance del Reino de Dios
 
en la tierra.

7. Saúl escuchó al sabio criado, éste le declaró
 
que el profeta o vidente que vivía en aquella
 
área, llamada Ramá, era un verdadero profeta
 
porque lo que él decía se cumplía sin falta, esa
 
era la evidencia del verdadero oficio profético.

8. Se pusieron en camino y arreglaron lo de la
 
ofrenda que llevarían al profeta, (por cierto e
 
interesantemente quien tenía ofrenda era el
 
criado y no Saúl).

9. De camino a Ramá, le salieron al encuentro
 
un grupo de doncellas, cargadoras de agua,
 
quiénes haciendo honor a que eran mujeres
 
(habladoras y detallistas) le hicieron un
 
recuento sumamente detallado de la agenda del
 
profeta Samuel .

10. Continuando su camino, ¡CASUALIDAD!,
 
le salió al encuentro Samuel, precisamente por
 
el camino en que ellos iban.

11. Lo que no sabía Saúl era que Samuel lo
 
estaba esperando porque un día antes, el Señor
 
le había hablado acerca de Saúl. En el original
 
dice:”…el Señor había hablado al oído de
 
Samuel” “Jehová había revelado al oído de
 
Samuel” “Jehová había destapado el oído de
 
Samuel”. Cuando algo se destapa es porque ha
 
estado tapado, ¿verdad? Así que el profeta
 
vivía con sus oídos tapados a todo lo que no
 
fuera la voz de Dios, ¡sólo se le destapaban
 
cuando Jehová hablaba!

12. De igual manera deberíamos vivir nosotros,
 
con nuestros oídos tapados a cualquier voz
 
contraria, sea del mundo, sea del diablo, sean
 
rumores, sean críticas, sean quejas, sean
 
chismes, sean palabras negativas, palabras
 
deshonestas, palabras de derrota. ¡Pidámosle a
 
Dios que nos tape los oídos y que nos los
 
destape sólo para escucharlo a Él! ¡PÓNME
 
TAPONES EN MIS OÍDOS, DIOS!

13. Dios le había hablado específicamente a
 
Samuel diciéndole: “Mañana como a esta
 
hora…” ¡QUÉ ESPECÍFICO ES DIOS! Usted
 
se preguntará porque no lo escucha usted así a
 
Él hoy, ¿no será que no sacamos tiempo para
 
escucharlo, o será que estamos tan distraídos
 
escuchando nuestros propios pensamientos,
 
ideas u opiniones de los demás, o será que lo
 
ignoramos cuando nos habla?

14. Dios puede estar gritándote: “Mañana
 
como a esta hora…..!cambiaré tu destino para
 
siempre!, Mañana como a esta hora…..
 
¡recibirás tu milagro!, Mañana como a esta
 
hora…..!recibirás las buenas noticias que
 
esperas!, Mañana como a esta hora…..!traeré a
 
tu vida la persona que estás esperando!,
 
Mañana como a esta hora….!obtendrás el
 
empleo!, Mañana como a esta hora…..tendrás
 
un encuentro con mi gloria que te cambiará
 
para siempre!”
 


15. Sólo lo escucharás si como el profeta
 
permites que Él destape tus oídos y escuches Su
 
voz y luego que te los vuelva a tapar si es
 
necesario para que no escuches a nadie más,
 
sólo a Él.

16. Dios le dijo a Samuel: “Mañana como a esta
 
hora traeré delante de ti al que ungirás como
 
primer rey de Israel”.


17. Tan pronto como Samuel lo vio y con sus
 
oídos bien destapados, escuchó a Dios
 
diciéndole que ese era Saúl. Saúl por su parte
 
estaba totalmente ajeno de lo que estaba
 
oyendo el profeta, lo único que lo llevó hasta el
 
profeta fue su preocupación por las asnas
 
perdidas. “Díganme dónde está el vidente para
 
que me diga dónde están las asnas”. ¿No nos
 
acercamos la mayoría de las veces así a Dios?
 
“Resuélveme el problema y ya, no tengo mucho
 
tiempo y tampoco mucho interés en cosas muy
 
espirituales”. Pero como los pensamientos y
 
planes de Dios son más altos que los nuestros,
 
no nos damos cuenta que Él no sólo puede
 
resolverte el problema del momento sino que
 
tiene otros planes en mente para ti, mientras tú
 
te preocupas por las “asnas perdidas”, Dios
 
está organizando todo para colocarte dónde Él
 
se ha propuesto llevarte. ALELUYA.

18. El profeta Samuel se identifica con Saúl, le
 
pide que lo acompañe a adorar y ofrecer
 
sacrificios en el lugar alto, luego lo invita a
 
comer a su casa y le anuncia que sólo se podrá
 
ir, después de que le declare varias cosas
 
importantes que están en su corazón aunque él
 
mismo ni se haya percatado de ellas.

19. Inmediatamente Samuel añade: “Oh, y por
 
las asnas no te preocupes, porque las
 
encontraron ya”. ¿Se dio cuenta usted que Saúl
 
no tuvo ni que preguntar? !YA DIOS SE
 
HABÍA HECHO CARGO DE SU
 
PREOCUPACIÓN!

20. ¿No le ha pasado a usted? Usted gasta
 
energía, se esfuerza en una misión, en una
 
encomienda, tiene algunas preguntas serias al
 
respecto, no encuentra las respuestas, usted
 
está desesperado, oró, ayunó, pidió a otros que
 
oren y de momento sin mucho alboroto, en un
 
abrir y cerrar de ojos,!ya! Dios envió la
 
respuesta pero te añade :”Ya te resolví lo de las
 
asnas, eso era sólo algo de pasada, para ver si
 
continuabas hasta tu destino, a ver si resistías
 
un poco de presión, sudaste, te cansaste, te
 
desvelaste, pero ya te lo resolví, ¿no te das
 
cuenta de que si no salías a buscar las asnas no
 
hubieras llegado a donde yo quería que
 
llegaras? La meta no era que encontrarás las
 
asnas, la meta era que me encontraras a Mí. Si
 
no se hubieran perdido las asnas, si no las
 
hubieras salido a buscar, si no hubieras pasado
 
dos días en la búsqueda, no hubieras llegado al
 
verdadero destino: oír de la boca del profeta lo
 
que tengo preparado para ti: el reino”.
 
GLORIA A DIOS.

21. Literalmente el texto del versículo 20 de 1
 
Sam. 9 dice: “No pongas tu corazón en ellas (las
 
asnas)”. Ellas no eran la meta, eran sólo parte
 
del plan , del recorrido.

22. No te distraigas de tu destino, no pongas tu
 
corazón en lo que te puede obstaculizar en
 
llegar a tu destino, no pongas tu corazón en lo
 
pasajero, no pongas tu corazón en lo
 
perecedero, no pongas tu corazón en gente que
 
te impida avanzar, no pongas tu corazón en
 
sentimientos que te impidan avanzar, ¡que
 
nada te estorbe para llegar a tu destino en Dios!

23. Samuel le dijo a Saúl que no se preocupara
 
por las asnas a fin de cuentas todo lo deseable
 
de Israel era para él, todo lo de valor de Israel
 
era para Saúl y su casa. En otras palabras: “
 
todo lo que te aguarda es mucho más grande, la
 
bendición y la prosperidad que te esperan no
 
son comparables a unas cuantas asnas que te
 
estuvieron robando el sueño y la tranquilidad”.


24. Saúl reaccionó sorprendido y con cierta
 
incredulidad y sentido de insignificancia, v.21.
 
Samuel no contestó nada, ¿se acuerdan de que
 
él tenía tapados los oídos, excepto para cuando
 
Dios le hablara?


25. Samuel se llevó a Saúl a su casa, sentó a
 
Saúl y al criado, ¡wow! en el lugar de honor del
 
banquete que había sido preparado para 30
 
hombres respetados, influyentes y prominentes
 
de la región.

26. Si permites que Dios te conduzca al lugar de
 
tu destino, aún cuando en el recorrido tengas
 
que salir a buscar asnas perdidas, te aguarda
 
un lugar de honor en Su mesa.
27. Dios se hará cargo de lo que te angustió,
 
preocupó o cargó en el camino hacia tu destino
 
en Él y entonces te podrás sentar en la mesa del
 
banquete. No sólo te sentarás en la mesa, sino
 
que reservará una porción especial para ti. En
 
el Oriente la mejor porción era reservada para
 
el huésped de honor. La porción era la
 
escogida, era la pierna, el pernil o espaldilla del
 
cordero, reservada para los sacerdotes. (Éxodo
 
29:27, Levítico 7:32)

28. Había sido guardada para cuando llegara
 
Saúl. Él no tenía la menor idea pero mientras él
 
estaba angustiado, preocupado, cargado y
 
cansado por las asnas perdidas de su padre, se
 
le estaba preparando, reservándosele la mejor
 
parte para él.

Conclusión

1. No desistas en el camino, continúa tras las
 
asnas, más adelante te espera un banquete, te
 
espera un cambio de corazón, te espera una
 
nueva experiencia con Dios, ¡te aguarda el
 
reino!

2. Samuel lo ungió, le dio varias señales que le
 
sucederían de regreso y cuando Saúl se retiró
 
de al lado de Samuel, Dios le transplantó otro
 
corazón, así dice en el original: “Dios cambió
 
para él otro corazón”.

3. De buscador de asnas se convirtió en rey y profeta en un periodo de tres días.

4. ¿Has salido a buscar asnas perdidas?

5. ¿Pareciera que andas en tus asuntos
 
personales y nada más?

6. ¿Andas cansado, angustiado y preocupado en
 
la misión en que te encuentras?

7. ¿Crees que ese es tu destino: buscar asnas
 
perdidas?
8. Pues prepárate porque puedes llevarte una
 
gran sorpresa: las asnas perdidas son sólo una
 
distracción, un tropiezo que te está impulsando
 
al destino de Dios en tu vida.

9. Mientras buscas las asnas, te está esperando
 
el profeta. Mientras buscas las asnas, te están
 
preparando banquete en tu honor. Mientras
 
buscas las asnas, te están esperando para
 
ungirte. Mientras buscas las asnas, te están
 
esperando para hacerte un transplante de
 
corazón. Mientras buscas las asnas, te están
 
esperando para que asciendas a otra dimensión
 
espiritual. Mientras buscas las asnas, te
 
aguarda el reino.
 
 
 
 

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